En los últimos años, el término “vegano” ha adquirido una prominencia sin precedentes en la industria alimentaria y en la conciencia pública. Las estrategias de marketing colaboran en el confuso mundo de lo ‘Vegano’ en la industria y lo que realmente significa ser “vegano”. En este artículo, exploraremos las diferencias entre veganismo e indstria y por qué es crucial no confundirlos.

Plato azul con letras veganas

¿Qué es ser vegano?

El veganismo es una postura, una elección de un estilo de vida en el que se evita consumir, usar o promover cualquier producto de origen animal, en el intento de reducir al máximo el sufrimiento y explotación animal, ya sea en la alimentación, la ropa o cualquier otro aspecto de la vida cotidiana. Esta es una elección basada en la ética y la consideración hacia los animales, aunque también hay quienes lo hacen porque consideran que es más saludable alimentarse sólo de ingredientes procedentes de las plantas, y no tanto por temas de protección animal.

Productos ‘Veganos’ vs. Veganismo:

El término “vegano” se ha popularizado en la industria alimentaria y de bienestar. Los productos etiquetados como “veganos” suelen indicar que no contienen ingredientes de origen animal. Sin embargo, es importante comprender que un producto no puede ser intrínsecamente “vegano” en el sentido ético del término, ya que un producto no tiene valores ni creencias, como tampoco lleva a cabo acciones vinculadas a éstas.

“Ningún alimento o producto que exista en este mundo puede ser vegano. No existe el queso vegano, ni niguna bebida vegana, ni carne o hamburguesas veganas, ni pescado vegano, ni siquiera una lechuga ni ningún otro vegetal. Ser vegano es un concepto humano aplicado a humanos.”

Luis Rojo

Los productos simplemente cumplen con ciertos criterios, por lo que es más acertado decir que ‘carece de ingredientes animales‘ o que ’es un producto vegetal’, o que ‘está elaborado con ingredientes 100% vegetales‘, como una forma más precisa y menos confusa de etiquetar estos productos, lo que ayuda a los consumidores a tomar decisiones informadas y promueve una comprensión clara de la naturaleza de los productos, evitando equívocos en cuanto a su composición y origen. Otra cosa sería indicar que un producto es ‘APTO PARA VEGANOS’, para clarificar que los veganos pueden comerlo, pero sin descartar que también es igual de apto para vegetarianos y omnivoros.

La confusión del Marketing:

El confuso mundo de lo ‘Vegano’ en la industria se debe también en la actualidad a que muchas empresas y marcas utilizan la etiqueta “vegano” de manera incorrecta o engañosa para atraer a los consumidores que buscan opciones veganas, como una estrategia de marketing para atraer a un público cada vez mayor que se procupa de su alimentación y el bienestar animal . A menudo, esto lleva a una malinterpretación del término y a la creencia errónea de que un producto es “vegano” en el sentido ético solo porque carece de ingredientes animales, pero lo cierto es que el mercado se aprovecha de las tendencias e ideales para generar dinero, independientemente de sus consecuencias para la salud o el medio ambiente.

Ejemplos de un etiquetado confuso

  1. Ingredientes de origen animal no declarados: Algunas empresas pueden no revelar completamente todos los ingredientes utilizados en sus productos. Por ejemplo, podrían usar gelatina (hecha de huesos de animales) en productos como golosinas y no mencionarlo en la etiqueta, lo que lleva a la confusión entre los consumidores veganos.
  2. Contaminación cruzada: Aunque un producto en sí puede ser vegano en su formulación, si se fabrica en instalaciones compartidas con alimentos de origen animal, existe el riesgo de contaminación cruzada. Esto puede no ser evidente en la etiqueta, lo que pone en peligro a los consumidores con alergias o a aquellos que buscan productos completamente veganos.
  3. Publicidad engañosa: Algunas empresas pueden promocionar productos como “veganos” o “amigables con los animales” a pesar de tener prácticas cuestionables en la cadena de suministro. Por ejemplo, podrían obtener ingredientes de proveedores que participan en la deforestación o la explotación de trabajadores, lo que contradice los valores éticos de muchas personas veganas.

Estos ejemplos ilustran cómo las empresas a veces pueden aprovechar la popularidad de la dieta vegana y el interés creciente en productos respetuosos con los animales para su beneficio propio, sin necesariamente seguir los estándares éticos o las expectativas de los consumidores veganos. Los consumidores deben ser conscientes de estas prácticas y revisar cuidadosamente las etiquetas y las prácticas de las empresas antes de tomar decisiones de compra para no fomentar el confuso mundo de lo ‘Vegano’ en la industria.

El productor decide, y es lo que hay

En última instancia, la elección del término a emplear depende del productor y de cómo deseen comunicar la naturaleza de su producto, porque en el mundo del marketing parece que todo vale con tal de vender y llenarse los bolsillos: mentir, tergiversar, manipular, decir verdades a medias, hacer demagogia… lo que contribuye al confuso mundo de lo ‘Vegano’ en la industria

Las empresas, sea por convicción, ignorancia o codicia, usarán términos como el de ‘vegano’ (y muchos otros) para convencerte de sus ideales y ganar seguidores y ventas. Aprovechándose de tus ideales te venderán cosas que no necesitas e incluso que no son nada saludables o sostenibles. Aunque, como hemos dicho, algunos lo harán por tener la convicción de que lo que creen es cierto, aunque puedan estar equivocados (ignorancia), pero la mayoría lo hará por el dinero que ganan o ganarán al persistir en esa visión que atrae a un público creciente. La cosa es aprovecharse de un ideal, sea emocional o economicamente.

La importancia de la educación

Para comprender completamente el veganismo, es esencial educarse acerca de sus principios éticos y su impacto en el bienestar animal y el medio ambiente. No se trata simplemente de elegir productos “veganos”, sino de adoptar un estilo de vida fundamentado en el respeto a los derechos de los animales y la sostenibilidad, y así reducir la creciente confusión en torno a lo que realmente significa ser “vegano”

Pese a ello, en cuanto a la alimentación, no se puede decir que es más saludable ser vegano que vegetariano o incluso omnivoro, pues todo tiene sus matices: hay personas que les sienta fatal la carne y otras que les hace recuperar la salud, veganos muy fornidos y veganos demacrados, veganos sanos y veganos enfermos. Todos conocemos a ancianos y ancianas que viviendo de comer pan, huevos y chorizo han llegado a los 90 años, si no los 100.

El verdadero problema es el trato que se les da a estos animales, y en eso estaremos de acuerdo, pero la salud puede ser muy diferente según la persona y no se puede generalizar, y en éstos términos es mejor no dejarse llevar por los ideales, ya que no podemos dejar que un concepto mental acabe por lastimar el cuerpo, por lo que te aconsejamos ir a un nutricionista integral y adaptativo que pueda ayudarte a escoger un camino nutricional que sea idóneo para tí en este momento de tu vida, sin usar siempre los mismos protocolos para todo el mundo, que es lo que suelen hacer.

Conclusión

En un mundo donde el marketing desempeña un papel importante en nuestras decisiones de compra, es crucial que entendamos la diferencia entre un producto “vegano” y el veganismo como una postura ética y de estilo de vida. Ser un consumidor consciente significa no solo buscar productos que cumplan con ciertos criterios, sino también comprender las razones detrás de estas elecciones y su impacto real. Hay que tener criterio y no dejarse engañar por las ideas, sean cuales sean. Y si lo que buscas es un camino hacia la salud adaptado a tu organismo y sin que los ideales se superpongan a éste, en ARKESANO podemos ayudarte. Contáctanos en http://arkesano.com/cuidados

Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en nuestros hogares, por lo que es crucial mantener un entorno limpio y saludable, y para ello lo mejor es hacerlo de manera natural, reduciendo la exposición a productos químicos tóxicos y minimizando el impacto en el medio ambiente. En este post, exploraremos diferentes prácticas naturales en hogares saludables, más sostenibles y que mejoren la calidad del aire y la salud en casa.

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Limpieza del hábitat

En Arkesano, como divulgadores de una Vida Simbiótica, abogamos por el uso de ingredientes comunes y seguros en lugar de productos químicos agresivos, propiciando un ambiente donde los microorganismos beneficiosos colaboren a mantener un espacio vivo. No se trata de mantener un espacio aséptico, que de hecho atrae a los microorganismos patógenos, sino biológicamente equilibrado. No es necesario usar nada de química sintética, ya que sus vapores alteran el equilibrio microbiano del aire, que se hace más denso, además de inhalar dichas sustancias que son nefastas para nuestros pulmones y afectan a nuestra piel y a nuestros ojos.

Ingredientes naturales para incorporar en la limpieza:

  1. Vinagre: Es el mejor de los limpiadores biológicos para armonizar la vida microbiana. Se puede utilizar para limpiar superficies, eliminar olores y desengrasar. Mezclado con agua, es una solución versátil para muchas tareas de limpieza como fregar el suelo, las paredes, los baños… todo en general.
  2. Bicarbonato de Sodio: Excelente abrasivo suave que se puede usar para eliminar manchas y olores, y desatascar desagües.
  3. Limón: El jugo de limón mezclado con agua puede utilizarse para limpiar, desinfectar y desodorizar, además de dar un aroma fresco a su hogar.
  4. Aceite de Árbol de Té: Tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas. Se utiliza para eliminar moho, hongos y bacterias en superficies y también puede mezclarse con agua para crear un limpiador multiusos.
  5. Aceites esenciales: Puede añadir unas gotas a los productos de limpieza caseros, por ejemplo en el cubo de la fregona o en un pulverizados con agua para darles un aroma agradable y con diferentes estimulaciones según el aceite utilizado. Por ejemplo, el aceite de lavanda es conocido por sus propiedades relajantes. Puedes usar los que más te gusten según el olor o sus propiedades.

Acciones para una casa más saludable

Además de utilizar ingredientes naturales en la limpieza, hay acciones específicas que se pueden llevar a cabo para crear un ambiente de casa más saludable:

  1. Ventilación: Asegúrate de ventilar tu hogar regularmente. La ventilación adecuada ayuda a eliminar el aire viciado y a reducir la acumulación de humedad, lo que puede prevenir el moho y las alergias.
  2. Reducción de polvo: es esencial para mantener un ambiente saludable. Limpia y aspira regularmente, utiliza fundas de almohadas y colchones hipoalergénicas, y lava las cortinas y las cortinas con regularidad.
  3. Reducción de productos químicos: Elimina los productos químicos tóxicos de tu hogar. Como ya hemos nombrado, reduce el uso de productos de limpieza convencionales y opta por soluciones naturales, como siempre se hizo hasta la aparición de la química sintética. Lee las etiquetas de los productos para identificar ingredientes dañinos.
  4. Evitar los plásticos: Los productos de limpieza y envases de plástico pueden liberar sustancias químicas perjudiciales. Considera la posibilidad de utilizar envases de vidrio o acero inoxidable y busca productos de limpieza en envases reciclables.
  5. Purificación del aire: considera la instalación de plantas de interior que ayuden a purificar el aire. Algunas plantas, como la espatifilo y la hiedra inglesa, son conocidas por su capacidad para eliminar contaminantes del aire.
  6. Uso de Filtros HEPA: Si tienes un sistema de calefacción o aire acondicionado, asegúrate de usar filtros HEPA de alta eficiencia que puedan atrapar partículas finas y alérgenos en el aire.

Por otro lado, además de estas prácticas naturales y limpieza en hogares saludables, no podemos obviar una parte no tan visible pero que afecta bastante a la salud del hogar y de las personas que la habitan, como es la contaminación electromagnética, un tema con bastante polémica y que abarcaremos en otro artículo.

Conclusión

La limpieza del hogar de manera natural y saludable no solo contribuye a un entorno más limpio y seguro, sino que también reduce la exposición a productos químicos tóxicos y disminuye la huella ambiental. Adoptar prácticas sostenibles y utilizar ingredientes naturales no solo mejora la calidad del aire y la salud en casa, sino que también promueve un estilo de vida más consciente y simbiótico. Con pequeños cambios en nuestras rutinas de limpieza y hábitos en el hogar, podemos crear un espacio que respire salud y bienestar.

En Arkesanos podemos ayudarte a tener un hogar más saludable

Puedes contactarnos en nuestra sección CUIDADOS si quieres hacer un estudio en relación a la salud de tu hogar, así como recibir asesoramiento en cuestión de los productos a utilizar, tanto a nivel de limpieza del ambiente como la higiene corportal, informandote de si los produtos que usas, incluidos los naturales, benefician o perjudican tu salud.

En la nueva era de la alimentación “consciente” y la diversidad de dietas, es común encontrar productos que a menudo se etiquetan como quesos pero que no lo son por definición, lo que puede generar cierta confusión. Sin embargo, es importante comprender que existen diferencias clave. A continuación, exploraremos cuáles son las distinciones fundamentales del queso tradicional y las alternativas vegetales.

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Queso tradicional vs alternativas vegetales

Los ingredientes

  1. El queso se produce tradicionalmente a partir de leche de animales, mayormente vacas, ovejas o cabras, aunque también lo hay de otros, como la búfala. Por definición, queso se refiere al “alimento sólido que se obtiene por maduración de la cuajada de la leche una vez eliminado el suero”, y existen muchos tipos según el origen de la leche empleada, los métodos de elaboración y el grado de madurez alcanzado así como el tipo de microorganismos que actúen en el proceso. Cabe decir que se les puede añadir ingredientes vegetales para aportar sabor o nutrientes.
  2. En contraste, los “quesos vegetales” se elaboran a partir de ingredientes de origen vegetal, obviamente, donde la base suelen ser frutos secos como nueces, almendras, anacardos, soja, o una combinación de éstos, y pueden elaborarse a partir de los frutos secos directamente o a partir de la bebida obtenida de los mismos (agua y frutos secos originalmente). Además, suelen mezclarse con otros ingredientes de origen vegetal para potenciar sus sabores y propiedades nutritivas. Los más comunes son los “curados o madurados” y los “cremosos o untables“.
  3. Esta diferencia en el origen de ingredientes es la clave en el queso tradicional y las alternativas vegetales.

El proceso

  1. Los quesos tradicionales se producen mediante la fermentación de la leche con cultivos de bacterias y enzimas específicas. En cambio, los “quesos vegetales” se elaboran a través de la fermentación de vegetales triturados con los que se hace una masa, la cual será más o menos densa según se quiera obtener un “queso” vegetal madurado o uno cremoso. El resultado es una textura similar a la del queso, pero sin la leche como base e igualmente con los microorganismos como aliados del proceso.
  2. Diferentes microorganismos: en ambos entran en juego las bacterias lácticas, aunque pueden variar las familias presentes. Luego pueden entrar en juego levaduras y otras bacterias de diferentes familias según el proceso, las adiciones de cepas concretas y los ingredientes utilizados, aunque no entraremos a eso en detalle (si estás interesad@ déjalo en los comentarios y procuraremos hacer un post al respecto).
  3. Ahora bien, hay que matizar algo. Tanto el queso de procedencia animal como su verdadera alternativa vegetal, han de estar fermentados, que es lo que de alguna forma los une. Luego podriamos entrar a considerar si llevan o no aditivos, si están o no pasteurizados y por tanto matan los microorganismos “buenos” o probióticos, y otros detalles que tratamos en otro post.

Otra confusión del mercado

Con la problemática de nombrar un “queso vegetal” de una manera diferente, entra también en juego otra clase de confusión: los productos que salen al mercado en la onda vegana, vegetal o plant-based y que se denominan “alternativa al queso”, sean éstos en formato cremoso untable, en lonchas, “rallado”, en cubos o lo que sea, pero que ni son fermentados, ni contienen microorganismos beneficiosos, y además son en realidad un amasijo de ingredientes en una combinación poco saludable que suelen estar infectados de aditivos y aromas que, aunque los denominen naturales, pueden ser perjudiciales (link a artículo de aditivos naturales, tan buenos como los pintan??). Eso sí, como negocio son la “leche” dado el plan de empresa, el marketing, la financiación y el diseño, que sí que se lo curran aunque mientan en su base marketiniana.

Pero aquí estamos para hablar de salud, y disculpad, pero eso será vegano, vegetal o como se quiera llamar, pero no es saludable. Neutro, quizá, pero no saludable. Y por supuesto, ocurre también en casi todas las alternativas vegetales de imitación a las carnes, los embutidos, el pescado o lo que sea. (ver post “las alternativas plant based no tienen porqué ser saludables”).

Perfil nutricional

Hay que tener en cuenta que la industria favorece la pérdida de valor nutritivo de los alimentos, dados la automatización de ciertos procesos y la necesidad de abastecer a cada vez un mayor número de personas. No es ni de lejos comparable la leche de hace 100 años con la de ahora, mucho menos nutritiva y degenerada debido a las formas en que se trata y alimenta a los propios animales, pero tampoco la calidad de los vegetales, debido a los métodos de cultivo, las prácticas agrícolas y los cambios en las variedades de cultivos que pueden influir en su composición nutricional.

Dicho esto, recalcaremos algunos aspectos sin entrar en detalles nutricionales, ya que la mayoría de veces están influenciados por los intereses comerciales:

  • El queso vegetal, especialmente aquellos elaborados a partir de frutos secos o legumbres, puede proporcionar fibra dietética y fitonutrientes, como antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, que son generalmente ausentes en el queso tradicional.
  • El queso tradicional suele contener grasas saturadas, grasas monoinsaturadas y grasas poliinsaturadas.
  • El queso vegetal tiende a tener un perfil de grasas más saludable, con un mayor contenido de grasas insaturadas y, por lo general, carece de colesterol.
  • El queso tradicional puede ser un desencadenante de alergias e intolerancias a la lactosa y la caseína en algunas personas, un punto clave ya que lo hace una alternativa ideal para las personas con dichos problemas de salud. Los quesos vegetales son una alternativa libre de estos alérgenos comunes

Etiquetado apropiado

En muchos lugares existen regulaciones que rigen el etiquetado de los productos alimenticios. Para evitar confusiones y garantizar la transparencia sin caer en el marketing de la manipulación, los “quesos” vegetales pueden etiquetarse, por ejemplo, como “alternativa al queso” en lugar de “queso”, usando más una forma descriptiva que un nombre generalizado del producto en sí. Puedes ver algo más de información al respecto en este link.

El Punto Clave

En resumen, la diferencia clave radica en los ingredientes utilizados, que derivarán en diferentes propiedades nutricionales. Un punto clave es que la alternativa vegetal es apta para intolerantes ala lactosa. Y aunque ambos pueden ser deliciosos y versátiles, es importante comprender que un “queso vegetal” no es un queso en el sentido tradicional.